El Cartagena acumula impagos: varias nóminas pendientes a sus jugadores.
AFE se reunirá este jueves con la plantilla albinegra para asesorarles por si deciden denunciar. LaLiga ya está al tanto.
El Fútbol Club Cartagena atraviesa una situación preocupante fuera de los terrenos de juego. Según ha podido saber este medio, el club debe varias nóminas a su plantilla, lo que ha generado malestar entre los jugadores y el cuerpo técnico.
Fuentes cercanas al vestuario aseguran que los impagos no son recientes: algunos futbolistas acumulan hasta tres mensualidades sin cobrar, lo que está poniendo a prueba la paciencia del grupo. Aunque desde la dirección se ha intentado transmitir calma y se han prometido soluciones a corto plazo, la incertidumbre crece entre los afectados.
El Cartagena, que pelea por mantenerse competitivo en una categoría cada vez más exigente, se encuentra atrapado en una situación financiera que amenaza con impactar directamente en su rendimiento deportivo. “Estamos comprometidos con el equipo, pero necesitamos certezas”, reconocen en privado algunos miembros de la plantilla.
Por su parte, la directiva del club aún no ha emitido un comunicado oficial, aunque en los despachos se trabaja contrarreloj para encontrar fórmulas que permitan aliviar la tesorería. La venta anticipada de abonos, acuerdos con patrocinadores y posibles adelantos televisivos son algunas de las vías que se barajan para hacer frente a las deudas.
Los aficionados, siempre fieles, empiezan a mostrar su preocupación por la estabilidad institucional. Si bien el rendimiento en el campo ha sido irregular, la amenaza de una crisis interna podría desestabilizar un proyecto que busca asentarse en el fútbol profesional.
El vestuario espera que la situación se resuelva antes de final de mes. De no ser así, no se descartan medidas de presión por parte de los jugadores, como denuncias en AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) o incluso plantearse no presentarse a entrenar.
El Cartagena tiene ante sí un reto urgente: solucionar sus problemas económicos para no comprometer el futuro deportivo de la entidad ni la confianza de sus jugadores y aficionados.
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